miércoles, 5 de septiembre de 2012

Tirando de calculadora


Hoy, mientras recorría una librería de la ciudad, me he topado con varias escenas de familias haciendo compras del material escolar y de libros, que me han rememorado esos días y el olor a libros nuevos, a los lapiceros y pinturas con la punta bien afilada (que luego era imposible volver a recuperar con el tajador, o sacapuntas, como prefiráis). En esos momentos no era consciente de lo que se gastaban mis padres al comprar cada año los libros, que jamás pude compartir con mi hermana, porque vivimos dos sistemas educativos distintos y lo que suponía que cada año les demandara un estuche nuevo o esa mochila con la que me empecinaba.
De nuevo, este año, como le sucedió a mis padres, los de hoy en día tendrán que hacer cuentas para poder comprar los libros nuevos, ya que la gratuita de los mismos ha pasado a mejor vida. Personalmente, no me parecía mal ese sistema que enseñaba a los alumnos a valorar y cuidar el material escolar. Según el estudio de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI), publicado hoy, los padres españoles se gastarán de media 830 euros en esta vuelta al cole. Para no asustar a algunos, parece que en Aragón, el gasto rondará entre los 465 y los 645, si se trata de un centro público y concertado, llevándose los libros la mayor parte, y en el que este año también hay que incluir el comedor, alrededor de 96 euros al mes.
No voy a lanzar recomendaciones a los padres, pero para cualquier comprador, y más con la subida del IVA, resulta fundamental aprovechar los descuentos, hacer inventario para comprar todo lo necesario, reciclar la ropa o el material y evitar las marcas (algo que, por otro lado, también será un ejemplo para los niños).





                                           Un poco de nostalgia con la foto

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