miércoles, 24 de abril de 2013

Aprendiendo a educar

Tras un parón de varios meses, regreso poquito a poco a este blog. Ha empezado una nueva etapa en mi vida, a nivel personal y tenía otras prioridades, ya perdonarán. Ahora estoy aprendiendo a educar. No, no me he puesto a estudiar Magisterio, y no es una profesión que me disgusta, pero como la de periodista, pienso que es vocacional.
En esta nueva faceta, la de madre, soy novata y me queda mucho por aprender y descubrir. Lo más importante: sin desfallecer ni preocuparme si no consigo que mi hija duerma a la primera o que se calme cuando le duelen las tripas. En el futuro serán otras cuestiones.
Por mucho que te puedan aconsejar padres, madres o familiares políticos y por mucho leas libros, algo en lo que tampoco hay que abusar, me voy dando cuenta de que la crianza de los hijos no se enseña en una escuela de padres, es una mezcla de instinto, sentido común, calma, paciencia y tranquilidad.
A medida que vaya creciendo, le irás mostrando el mundo e inculcándole unos valores para que sepa moverse en él. Sobre este punto creo que, hoy en día, se ha dejado de lado pensando que es una labor de la escuela.  Sí, urbanidad o normas de convivencia pueden enseñarles, pero no los olvidemos que son nuestros hijos y tenemos que criarlos y educarlos.

Disculpad la divagación, pero llevaba mucho tiempo sin darle a las teclas.

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